Vivimos en un Mundo maravilloso lleno de una hermosura indescriptible, su armonía y perfección son inalcanzables para nuestras mentes. Sin embargo, el hombre se ha encargado de destruir esta maravillosa obra de la fuente creadora. El Hombre (como humanidad) ha escogido vivir una vida llena de creencias basadas en engaños, mentiras, y envidias con doctrinas fundadas en el terror. Se ha escogido vivir de una manera donde no se pierde la oportunidad de lastimar al otro si se puede, dejando de lado todas las bendiciones (energía positiva) y maldiciendo (energía negativa) a quien no piense lo mismo, o bien, sea distinto al otro.

Una de las maneras de perjudicar al otro es mediante el “Ataque Psíquico/espiritual”. Un ataque psíquico es cuando una persona envía un tipo de energía negativa de manera consciente o inconsciente con el propósito de producir daño a un individuo así como también a todo su entorno, tanto familiar y/o cercanos. El estado emocional, espiritual y físico puede ser perturbado de diferentes formas y niveles al Alma a la que va dirigido. Muchas de estas energías negativas se pueden manifestar en forma de pensamiento, cuando son principalmente motivadas por algún tipo de celos hacia la persona. También pueden ser ocasionados por razones más allá de los celos.

La mayoría de estos “Atacantes Psíquicos” muchas veces vienen desde lo más cercano, es decir, desde dentro de la familia, amigos y otros. No obstante, la mayoría de estos ataques se producen de manera inconsciente, motivados por la rabia, los celos, la envidia, etc. En el caso en que, el atacante tenga una clara intención, puede recurrir a variadas estrategias para lograr estos objetivos como por ejemplo la magia negra, budu u otras ciencias oscuras.

Los legítimos ataques psíquicos/espiritual son intentos focalizados y premeditados para causar graves daños Psicológicos o físicos, y proceden generalmente de personas así como también en algunos casos, de espíritus (energías).

Estos ataques Psíquicos/espirituales no se relacionan tanto con quien los recibe, si no con una debilidad de quien los genera. Estos últimos, son personas que creen que la forma de vivir de los otros es sobresaliente y más encantadora que la de ellos mismos y reaccionan. Se inundan de sentimientos de odio, antipatía y envidia, que son los que proyectan como ataques psíquicos estas energías negativas generadas por medio de sus pensamientos y maneras de actuar. Son las que los convierten en incompetentes para desenvolverse en su propia vida y buscárselas para conseguir sus objetivos. De esta forma, este tipo de personas se caracterizan por ver de manera amenazante a ciertas personas de su alrededor por el éxito que éstos obtienen.

No obstante, existen maneras de contrarrestar estos Ataques Psíquico/espirituales. Esto no significa que debemos estar alertas a que se produzcan eventos de carácter negativo más bien entendamos que se pueden combatir estas malas energías y/o espíritus.

Sin embargo es bueno advertir que el ataque Psíquico/espiritual destructivo es más efectivo cuando quien lo genera es completamente inconsciente de que está enviando energías negativas. De manera general, se puede afirmar que todos proyectamos energías, pero el estado de esta (negativa, positiva o neutral) depende de la organización mental del emisor. Personas inexpertas y envidiosas son las que causan el mayor daño ya que no son conscientes de su capacidad destructiva y no han aprendido la manera de controlar estas emanaciones de energías.

De aquí la importancia de conocer las características de un atacante psíquico/espiritual. Estos suelen tener recursos energéticos defectuosos y deficientes, y para conseguir la energía que necesitan, tienden a invadir el campo energético (áurico) de otras personas y atraer su energía, así, logran aumentar sus almacenamientos de energía, provocando el deterioro o agotamiento energético, psicológico y físico de la otra persona, y a pesar de que esta interacción del atacante dura sólo algunos minutos, los efectos que quedan sobre la víctima pueden notarse durante varios días. “La falta de energía, los mareos, la tensión muscular, la dificultad de concentración, los dolores de cabeza y las náuseas son algunos de los efectos más comunes sentidos por las víctimas; sin embargo, sucesivos ataques Psíquicos/espirituales pueden producir fatiga crónica, desarreglos del sueño, irritabilidad, depresión e incluso enfermedad física”.

Más adelante hablaremos de los síntomas y cómo defenderse de estos atacantes psíquicos/espirituales, veremos técnicas Psicológicas y místicas para lograr vencer estos ataques. Igualmente sabremos de algunos rituales para utilizar y protegerse personalmente y por otro lado rituales para prevenir estos ataques a los hogares de las víctimas.

Aldo Cunazza
Psicologo