Del ego a la Luz

Posted in General
El ego es el gran oponente del hombre, es obscuridad, no es luz, es contrario al amor, y es el causante de nuestra gran infelicidad en el planeta, pero no debemos juzgar a nadie por ello, al contrario debemos entender que esas personas egoticas o que nos hacen daño son monigotes del gran oponente, y por ellas debemos conectarnos con nuestra compasión.
El ego solo quiere recibir, la luz solo quiere confiar y dar, pero debemos canalizarla y entregarla con inteligencia, para que nadie nos robe toda nuestra luz, pues la luz que poseemos es la que nos permite seguir siendo nosotros/as mismos/as y entregarla de forma equilibrada para seguir fluyendo. El ego es insaciable, el ego es tramposo, y se presenta a través de múltiples mecanismos de negación y evasión (constructos personales: miedos, limitaciones que nos autoimponemos “vistas de forma racional”, falta de confianza, simples ideas abstractas y opiniones personales vacías etc.) para seguir subsistiendo con pensamientos y acciones de lo más neuróticas y sutiles en este gran ego colectivo.
El ego nunca está feliz, al ego nunca podremos llenarlo, pero mientras vivamos tampoco podremos matarlo, porque es parte de nuestra esencia y justificación en esta vida terrenal, sin embargo tenemos la oportunidad de poder trabajarlo a través de la toma conciencia y la resistencia, lo cual no podemos hacerlo desde la zona de confort, que significa renunciar a nuestro caos y querer evitar el dolor aunque el precio sea muy alto, nuestra luz.
El ego dañado y herido, hace daño, pero también nos hace daño a nosotros mismos, y significa que no estamos conectados con la luz, sino que estamos siendo el efecto de nuestra oscuridad, estamos siendo un monigote del gran oponente, que nos habrá vencido. Para ser la causa y artífice de nuestra vida, debemos conectarnos con la luz y no con el ego, porque desde el ego todo se desfonda y solo seremos un efecto más de las circunstancias y a esto es lo que llamamos crisis.
Desde la crisis podemos elegir victimizarnos o elegir hacernos responsables, pero para ello debemos encontrar un sentido a nuestra existencia genuino, mediante nuevas formas proactivas y no reactivas de resolver nuestros conflictos, para lo cual es importante partir desde la cooperación con este mundo, basándonos en aquello que no solo nos preocupa como individuos, sino también que nos une con nuestros seres queridos y con toda nuestra humanidad.
En este proceso de batalla espiritual individual pero desde una conciencia global, en búsqueda de la verdadera libertad, y entre la sabiduría que busca expresarse desde nosotros mismos, lo principal es conectarnos con nuestras raíces, ver de donde venimos y hacia adonde queremos ir, para aprender nuevas formas de armonía y sabiduría, y revisar que tenemos por verdades, crear nuevas formas de relación con todos los seres humanos, porque cada uno forma parte de este proceso, seamos consciente o no, y nunca olvidemos que cada pensamiento, cada emoción y cada decisión influye en el resto de los seres de este planeta y forma parte de esta gran transformación global.
.
@ Michelle Valencia G. -11-04-2015